Debatíamos qué posición tomar sobre la gestión de la dirección del partido en el inminente congreso federal, en el que debe responder de nuestros peores resultados electorales. De este hecho, citado por todos, nadie parece hacerse responsable.
En estas estábamos cuando se suscita el debate parlamentario sobre la convalidación del Decreto-ley de medidas fiscales recientemente aprobado por el Gobierno. Probablemente, el debate de mayor calado de los últimos años, porque permite definir las diferentes opciones en un asunto trascendente para nuestra sociedad.
La dirección del partido, orillando nuestro compromiso con los millones de personas que han votado al PSOE y con los que aspiramos a convencer para construir, de nuevo, un proyecto mayoritario, decide que, para salvaguardar la igualdad de oportunidades en nuestro debate interno, la posición del PSOE no será defendida por el presidente del Grupo Parlamentario socialista, el candidato que se ha comprometido con los electores y que es nuestra mejor opción parlamentaria. Esto parece indicar que la dirección se ocupa más de nuestros debates internos, supuesta actitud responsable, que de nuestros compromisos con los electores, lo que es una actitud irresponsable.
Esta última decisión contribuye a formar criterio sobre la valoración de la gestión de la Comisión Ejecutiva Federal.
Galo Gutiérrez, Javier Ledesma, Alfredo Liébana, Mariano del Mazo y Luís Mosteiro.
La irresponsabilidad de unos pocos hace que nos cabreemos los que todavía tenemos algo de ideología. El debate -a las pruebas me remito- debería haberlo hecho el mejor orador actual, que no es otro que el compañero Rubalcaba. La imparcialidad que algunos manifiestan me parece un camelo y me hacen creer que van tomando posiciones a su aire. Ricardo Benítez
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