miércoles, 10 de octubre de 2012

Propuestas políticas que marcan la diferencia (I)


 Francisco S. López Romito Miembro del Comité Regional del PSM-PSOE
Es conocido el esfuerzo del Secretario General de los socialistas madrileños por mostrar, dentro y fuera del Partido, sus propuestas de “claro contenido de izquierda”.
Es evidente su legitima aspiración a ganar crédito en la opinión pública, afirmar una imagen de dirigente nacional en el PSOE y recabar apoyos entre los sindicatos. Sus seguidores afirman que Tomás Gómez ha logrado colocar al PSM en la avanzadilla del socialismo español en eso de formular una política de oposición “dura y de izquierdas”.
Sus últimas propuestas políticas significativas pueden resumirse en dos: “Convocar un referéndum para que la ciudadanía exprese su adhesión o rechazo al rescate europeo” y “Blindar en la Constitución Española (C.E.) el modelo de pensiones”. La primera propuesta no parece haber suscitado un mínimo  interés a nivel federal, mientras ambas fueron recibidas con acalorados aplausos de una buena parte del Comité Regional del PSM.
Dado lo escueto de la fundamentación por parte del Secretario General madrileño, así como de aquellos que las respaldaron tan entusiastamente, conviene hacer algunas consideraciones para poder emitir una opinión.
Entiendo que la construcción de una política de oposición – que es nuestro caso - y después de haber gobernado y ser desalojados del poder político por el voto popular,  debe atender a algunas premisas: mantener una línea de coherencia con la experiencia del pasado, lo cuál no excluye el reconocimiento de errores cometidos; mostrar a la ciudadanía que  seguimos siendo un partido de gobierno y, como tal, priorizamos la búsqueda de acuerdos en las cuestiones fundamentales seamos gobierno u oposición; rechazar por todos los medios de la legalidad democrática aquellas políticas y medidas que vayan en desmedro de los intereses de las grandes mayorías o que supongan un retroceso en la construcción de lo que identificamos como el Estado de Bienestar o en el avance en la construcción de la España plural; por último, ofrecer propuestas que sean percibidas como necesarias, razonables y realizables por la mayoría de la ciudadanía.
No se trata, por tanto, de encontrar frases felices o impactantes que den pie a titulares en los medios o alagar a ciertos auditorios, sino de ir armando un discurso coherente y convincente, que condiga con la imagen proyectada en la práctica diaria por la organización partidaria, sus dirigentes y sus representantes públicos.
Referéndum sobre el rescate europeo
Esta es la propuesta del Secretario General del PSM-PSOE de mayor contenido político. Según sus palabras se trata de recoger el reclamo de los miles y miles de españoles que se movilizan contra las medidas de ajuste llevadas a cabo por el Gobierno del PP y haciéndose cargo de la insoportable carga que suponen sobre las economías de millones de familias españolas.
El argumento de base residiría en que el Partido Popular no llevó dichas medidas en su programa electoral lo que configuraría un fraude político;  por eso el reclamo de preguntar a los ciudadanos si están de acuerdo o no con las mismas.
En una primera lectura parece razonable que si los convocantes de la multitudinaria manifestación del 15 de Septiembre en Madrid llevaban ese lema, un Partido como el Socialista recoja la propuesta y la impulse para canalizarla de forma efectiva dentro del sistema político.
Nuestro sistema político ofrece instrumentos y vías para ello.
El ejercicio de las libertades de expresión y de manifestación y el derecho de huelga que amplios sectores de la ciudadanía vienen ejerciendo con las organizaciones sindicales y ciudadanas y partidos como el Socialista, para demostrar el amplio rechazo a las políticas refrendadas por la mayoría de las derechas en el Parlamento.
Además de la cotidiana oposición por parte del Partido en el Parlamento, podría plantearse una moción de censura al actual gobierno (Art. 113 C.E.) o, también, el ejercicio de la iniciativa legislativa popular (Art. 97.3 C.E.), pero el Secretario General del PSM no parece haber valorado estas posibilidades.
Queda pues el Referéndum que, dada la norma constitucional (Art. 92) y la actual relación de fuerzas en el Parlamento español, es impracticable.
Permítaseme una rápida reflexión al respecto; es inobjetable que los ciudadanos y las variadas organizaciones sociales, ante situaciones de enormes dificultades y enfrentadas a medidas extremadamente dolorosas, traten de recuperar la capacidad de decisión originaria del sistema democrático, de ahí la propuesta de referéndum por los convocantes del 15S. Pero los partidos políticos, en democracia, deben intentar recoger las inquietudes y reclamos de las gentes para canalizarlos a través de los mecanismos establecidos que no son otros que los de nuestra democracia representativa parlamentaria.
Hacer propias cuantas propuestas surjan de manifestaciones multitudinarias o no tanto, puede conducir al seguidismo o al mero oportunismo político.
Y sobre todo, cómo diferenciar entre unas propuestas de referéndum u otras, ¿por el número de manifestantes? 

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